¿Existe una dualidad? En la historia muchos se han preguntado acerca del por qué estamos divididos en dos tipos. En el caso de los seres humanos en hombre y mujer. Algunos han observado con simples criterios que esta dualidad no sólo es encasillado en los seres humanos, en las personas, sino para otras cosas. Siempre hay luz y oscuridad, un más y un menos. Donde dos extremos dan como resultado formando una unidad. Todo nace como resultado de la unión de opocisiones.
Esposos y esposas, (cónyuges) en virtud de su unión en un gozo sin igual, crean la salud, el desarrollo y todos los gozos de una familia. El deber de la pareja va más allá de engendrar hijos y asegurar la prosperidad de sus descendientes.
Esposos y la esposas contrastan y se complementan, y juntos forman una unión perfecta. Pero, ¿cómo deben ser sus corazones en relación con los demás?
Todo puede estar bien en los primeros días de un matrimonio, pero podrían separarse lentamente y terminar yendo en direcciones opuestas. Cuando eso suceda, el ambiente familiar se alterará y su trabajo y negocio dejarán de prosperar.
Los negocios, especialmente cuando fracasan, generalmente se consideran responsabilidad del esposo, mientras que la crianza de los hijos, exitosos o no, se dice que es el deber de la esposa. Es un gran error pensar de esta manera, ya que el éxito o el fracaso de uno y otro depende de ambos, es decir, de la armonía en los corazones del esposo y la esposa.
Sin dudar una completa armonía y unión entre el esposos y la esposas es la base de la felicidad. Pero, ¿cómo se consigue esta unión perfecta?
Segun en la sociedad en que nos encontremos, los casos pueden variar, sin embargo se observa muy a menudo hoy por hoy que las esposas intentan constantemente cambiar a sus maridos y los maridos usualmente tratan estrictamente a sus esposas. Dese ya esta manera de pensar es incorrecta. Tanto el esposo y la esposa son, de hecho, espejos que se reflejan el uno al otro.
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Si el esposo mira a su esposa con profundo afecto, ella sin dudas aprenderá a respetarlo y confiar en él. Ella lo tratará como si fuera el único hombre en el mundo. A su vez, el esposo considerará a su esposa como si fuera la única mujer en su vida y la amará aún más. Se crea de esta forma un hogar alegre y armonioso, en el que el ambiente es siempre como un clima templado de primavera. Por otro lado, si el esposo es dominante y actúa como un señor feudal y tirano, su esposa simplemente retrocederá, como una tortuga que se esconde en su caparazón, y se volverá terca. Y si la esposa es entrometida y arrogante, el esposo se volverá manso como un cordero, será indeciso e invitará al desprecio por sí mismo.
Esposos y esposas se reflejan y complementan perfectamente. Muestran el mismo rostro en todas las situaciones, sea cual sea el lado que muestren. Aquellos que constantemente desean corregirse unos a otros están equivocados. Debes mejorarte solo a ti mismo. Uno debe corregirse a sí mismo primero. Entonces, su pareja, que es el reflejo, cambiará en efecto. El marido y la mujer son un par de espejos uno frente al otro, siempre reflejándose el uno al otro.